Mon, 10 Jun 2024 00:00:00 +0200
Susana García-Cereceda posee una de las parcelas del municipio, donde construirá cerca de 2.000 viviendas premium. "Marcará un nuevo hito como lo hizo La Finca de Pozuelo", afirma García-Cereceda
El municipio de Brunete va a afrontar una auténtica revolución urbanística, que supondrá la construcción de 17.572 viviendas en los próximos 20 años. Se trata de uno de los mayores crecimientos que se llevarán a cabo en la Comunidad de Madrid, tan sólo superado por desarrollos del sureste como Valdecarros o Los Berrocales.
Para hacerse una idea de la envergadura de la iniciativa en Madrid Nuevo Norte se levantarán 10.500 casas y en Pozuelo de Alarcón, se construirán otros 5.500 pisos dentro del proyecto Arpo. De esta forma, la población de la localidad se multiplicará por cinco y pasará de los 11.000 habitantes de la actualidad a 50.000.
Brunete se convierte así en la joya de la corona y en uno de los destinos más atractivos para los inversores en una zona en la que apenas queda suelo, ya que los municipios aledaños como Villaviciosa de Odón, Boadilla del Monte y Villanueva de la Cañada ya vivieron un auténtico boom inmobiliario con un enorme crecimiento en los últimos años.
La expansión de esta localidad, situada en la cuenca del río Guadarrama, se realizará en distintas fases mediante un crecimiento radial en forma de coronas y los terrenos se dividirán en 11 sectores urbanísticos: ocho para vivienda libre y protegida y otros tres para uso industrial.
Una de las parcelas, llamada La Pellejera, fue adquirida por la promotora de la lujosa urbanización de La Finca de Pozuelo, que tiene intención de levantar allí 1.980 exclusivas residencias. En ese terreno estaba previsto crear un campo de golf, una iniciativa que finalmente fue descartada.
«Es un proyecto de población de Brunete donde desarrollaremos más de dos millones de metros con un concepto innovador y transformador que marcará un nuevo hito, como lo hizo La Finca de Pozuelo hace más de 20 años», declaró su presidenta ejecutiva, Susana García-Cereceda, durante la fiesta de presentación de La Finca Grand Café.
La idea de este grupo es edificar pisos premium y viviendas unifamiliares en parcelas de 500 y 2.500 metros, pero las residencias no serán tan lujosas como las de Pozuelo, ya que Brunete se encuentra más lejos de Madrid, a 30 kilómetros del centro.
El resto de terrenos pertenecen a fondos de inversión y promotoras inmobiliarias como Habitat, Grupo Roca, Inmoglaciar, Nesgar y Landa, que los adquirieron en los primeros años del 2000, cuando se empezó a diseñar el desarrollo urbanístico.
Los sectores más avanzados son el 1,2, 5 y 7, donde ya se han constituido las juntas de compensación y se están tramitando los proyectos de urbanización y reparcelación, según informó a GRAN MADRID el concejal de Urbanismo del municipio, Eduardo Recio.
El sector 5 es propiedad de Inmoglaciar y del Grupo Roca, que ha adquirido un paquete de 800 viviendas protegidas y que se empezará a urbanizar durante este verano, un proceso que tardará un par de años. En esta parcela se prevé construir 2.696 domicilios, de los que 1.312 serán libres y otros 1.384 protegidos. Está previsto que los primeros hogares se empiecen a entregar en el plazo de tres o cuatro años
La intención de la alcaldesa, la popular Mar Nicolás, es que haya una gran bolsa de pisos de precio protegido o limitado: «Tenemos un gran problema de vivienda y Brunete necesita crecer. Muchos jóvenes quieren acceder a su primer hogar y no pueden y, por eso, queremos construir casas para ellos. Nuestro objetivo es aumentar la oferta para aliviar el precio», asegura Nicolás.
Por tanto, el 42% de las residencias que se edifiquen contará con algún tipo de protección, con lo que habrá 7.456 domicilios a buenos precios.
BATALLA JUDICIAL
Mientras los municipios de alrededor vivían una fuerte expansión urbanística, Brunete apenas ha crecido en los últimos años debido a una batalla legal que se libró entre el ex alcalde de la localidad Félix Gavilanes y la ex presidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre, ambos del PP. Esta lucha provocó que el Plan General de Urbanismo (PGOU) tardase más de 10 años en salir adelante, ya que arrancó en 2001.
La disputa se remonta a 2005, cuando el Ayuntamiento decidió aprobar su PGOU por silencio administrativo positivo ante la falta de respuesta de la Comunidad. El Gobierno regional decidió entonces recurrir e impugnar el plan, pero los promotores reclamaron ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Finalmente, en 2013, el Tribunal Supremo dio el visto bueno al plan por silencio positivo.
Tras años de espera, el proyecto ha cogido velocidad de crucero y en 2019 se aprobó un Plan de Infraestructuras, dotado con 170 millones de euros, que contempla la ampliación de las depuradoras y las modificaciones en las carreteras.
La intención es hacer una variante de la M-600 -que comunica Brunete con Villanueva de la Cañada y El Escorial- para que se convierta en una vía de circunvalación, sin necesidad de atravesar el pueblo, y desdoblar también la M-513 a su paso por el sector 5.
El impacto ambiental preocupa tanto a vecinos como a ecologistas y, por eso, la alcaldesa insiste en que las parcelas donde se va a construir sólo suponen el 25% del territorio, ya que el resto del municipio tiene algún tipo de protección, al estar dentro del Parque Regional del Guadarrama.
«Estamos en un enclave privilegiado y no vamos a perder nuestra esencia. Ahora es el momento de Brunete. Nuestro reto es convertirnos en el pueblo de referencia de la zona oeste de la Comunidad», concluye Nicolás.
Fuente: El Mundo
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Fuente: El Mundo